Cuidado con el (mal) marketing en cosmética

A diario nos toca aclarar conceptos y echar por tierra mucha información que circula en las redes sociales respecto a la cosmética. Hay mucho mito y confusión. Hay malas prácticas y el (mal) marketing en cosmética a veces juega en contra.

Mira estos ejemplos. Todos de (mal) marketing en cosmética:

 

  1. Empleo de palabras no reguladas: enriquecido, casero, milagroso, 0%, belleza limpia, sin residuos, etc.
  1. Uso fraudulento del término eco y logotipos oficiales: En determinadas ocasiones, hay productores y comerciantes que o bien por desconocimiento de una regulación y unas pautas, o bien por oportunismo, incluyen la palabra “eco” a pesar de no poseer una certificación.
  1. Definir que el producto es vegano, solo por no tener materias primas derivadas del animal y no especificar que las materias que contiene el producto cosmético son todas sintéticas.
  1. Productos que solamente contienen un ingrediente ecológico. Esta mala práctica es de las más empleadas y fáciles de reconocer. Muchos cosméticos muestran en sus envases los ingredientes ecológicos que lo componen: “aloe vera bio”, “aloe de cultivo ecológico”, “100% orgánico”, en sí estas afirmaciones no son mentira ya que contienen dichos ingredientes, el problema es la cantidad, ya que en la mayoría de los casos el porcentaje de dicho componente en la fórmula final es mínimo, dejando el resto para componentes de síntesis no permitidos por los organismos certificadores.
  1. Mezclar en una zona productos que son naturales o eco junto con otros que no lo son. Consiste en reunir en una misma estantería o pasillo productos ecológicos con otros que no lo son. A pesar de que todos están en la misma zona no todos cuentan con garantía de su naturalidad.
  1. Considerar la falta de un ingrediente a conveniencia. Muchos artículos son ofrecidos con etiquetas como “0% en parabenos”, “siliconas y sulfatos”, entre otros. En estas ocasiones se elige destacar la falta de un ingrediente perjudicial, pero se están utilizando otros como formol o aluminios o phenoxyethanol, los cuales están prohibidos por las certificaciones ecológicas y también tienen efectos negativos para los consumidores.
  1. Productos libres de crueldad animal. A ningún producto cosmético final se le realizan estudios en animales. Los estudios se realizan en las materias primas utilizadas en la elaboración de productos cosméticos, que deben demostrar seguridad para ser utilizados. Es importante conocer y leer la ficha de seguridad de las materias primas y revisar cómo se realizó el estudio in vivo de la materia prima utilizada en los cosméticos. Esto escribimos a propósito del conejo Ralph 
  1. Crear empresas ONG que certifican cosmética, sin tener una autorización del país. Los que arriendan el logo para ser colocado en el producto final, con una afán de falsa seguridad.

 

Seguramente te has visto frente a algunas de estas situaciones, y el punto es entender qué instituciones hacen qué.

 

En cosmética profesional el gran ente regulador es la autoridad sanitaria de cada país. En Chile es el ISP (Instituto de Salud Pública) y su rol en cosmética es regular y fiscalizar con criterio sanitario, por lo que su labor se focaliza en que los productos que se desarrollan y comercializan, es decir, que llegan a la población, sean seguros y estén desarrollados bajo estándares que aseguren un producto que no generará ningún daño al usuario final.

 

Ese rol, que ya es enorme e implica una gran carga de trabajo para la institución, muchas veces no logra abordar otras variables del proceso cosmético y su impacto. Los nuevos consumidores cada vez exigen más a sus marcas, y la concientización por temas sustentables crece cada día.

 

Esas nuevas necesidades de los consumidores van más rápido que lo que la autoridad sanitaria puede apoyar, por lo que en ese espacio aparecen otras instituciones, privadas, que buscan generar otras garantías acorde a lo que el mercado va demandando.

Estas instituciones se denominan empresas certificadoras. Como acotamos, estas son privadas y no siguen entre sí lineamientos estándar, por lo que cada cual va definiendo y promoviendo sus propias pautas.

Entre los criterios que las empresas certificadoras aplican, tenemos algunos acá:

 

  • El uso de ingredientes naturales en alto %. (vegetales, animales, marino y mineral). En un cosmético natural la composición de materias primas naturales es como mínimo un 95%, sin considerar el agua. El último 5% restante de la formulación puede ser compuesto de materias primas naturales, procedente de la agricultura o extractivas permitidas no certificadas para formulaciones.

 

  • Porcentaje de ingredientes que proceden de la agricultura ecológica (orgánica-Eco-Bio). Un mínimo del 10% de los ingredientes del producto terminado es ecológico, dentro del 95%, donde los ingredientes son naturales o de origen natural.

 

  • Prohibición de ingredientes derivados del petróleo, químicos, tóxicos (aunque sea en concentraciones autorizadas) y aquellos que han sido modificados genéticamente.

 

  • Prohibición de la experimentación con animales en algún ingrediente.

 

  • No usar ingredientes de origen animal, para que se considerado un producto vegano. Ojo, con confundir vegano con natural.

 

  • Procesos de producción respetuosos con el medio ambiente.

 

¿Qué empresas hoy certifican? Revisa acá

 

¿ Qué te aconsejamos?

 

  • Buscar información sobre los fabricantes. Las empresas que no tienen nada que ocultar incluyen por lo general su certificación y el listado de ingredientes INCI en su web.

 

  • Buscar sellos certificados oficiales. Mira 

 

  • Fijarse en los componentes, los que aparecerán ordenados de mayor a menor porcentaje de composición del producto final. Es importante que los activos que indica el marketing no estén después del conservante, colores (CI) y perfumes (parfum), Mira 

 

 

  • Generalmente si los precios son excesivamente bajos, se relaciona con ingredientes baratos y fáciles de conseguir y tratar (siliconas, sintéticos…). La materia prima natural u orgánica certificada tiene valores altos. Por esta misma razón a nivel de mercado un producto cosmético natural nunca va a poder competir por precio contra un cosmético convencional.

 

  • Evitar ingredientes potencialmente peligrosos para la salud o el medio ambiente. Puedes revisar aquellos ingredientes que debes evitar en tus productos cosméticos acá 

 

Conocer qué organización gubernamental de tu país autoriza a las empresas para ser certificadoras y conocer a quiénes ha autorizado para certificar colocar sellos que acrediten o le den un valor a tu producto, ya sea como natural, vegano, orgánico etc.